La incineración es uno de los métodos de eliminación de residuos más utilizados en España, pero pocas cosas se saben de este método tanto a nivel español como internacional.
Lo cierto es que, por parte de la administración, la incineración es considerada como una fuente de energía en régimen especial, es decir, igual que las energías renovables y que, por tanto, recibe una subvención por parte de la administración . Sin embargo, al contrario que las energías renovables, lo que se utiliza no son recursos renovables para la obtención de la energía, si no residuos destinados a la eliminación.
De hecho, estos residuos generan ciertos gases, entre ellos el CO 2 y algunos NO x (los más perjudiciales para el medio ambiente), en tanto que estas incineradoras no deberían recibir subvenciones, sino pagar por estar contaminando. Si se considera el coste ambiental de las incineradoras, los municipios que destinan sus residuos deberían pagar un 70% más de lo que pagan para llevar sus residuos, es decir, los 65'1euros de media española que se pagan actualmente por tonelada aportada más un 70% de coste ambiental.
Si se considera la diferencia de costes entre los municipios que incineran sus residuos y los que no, es de un 19% superior para los que incineran.
Considerando que en España se tratan 1'9 toneladas de residuos anuales mediante la incineración, las emisiones de CO2 derivadas de su cremación son de 1.629.000 toneladas. Y eso contando sólo el CO2.
Aparte de los costes ambientales y económicos (ambos nos afectan a todos) se debe considerar otro factor también de reciente actualidad, como es el número de trabajadores por planta de tratamiento de residuos. Lo cierto es que una planta de reciclaje puede llegar a generar hasta 39 veces más trabajadores que una planta de incineración.
De hecho, mientras que en el PNIR consta que se ha de reducir el vertido y potenciar la prevención, la reutilización y el reciclaje, en 2007 el 86'7% de los residuos sólidos fueron tratados mediante incineración o vertederos y el 13'3 % restante fueron reciclados.
Y pues, ¿cuál es la razón por la que no nos pasamos el reciclaje? La razón es que una planta incineradora es muy cara de construir y de mantener, suponiendo una cesión de 25-30 años, de manera que se hace muy difícil que pueda cerrar para no suponer grandes pérdidas económicas para la administración y para la propia empresa gestora. Así pues, desde el momento en que se hace una planta incineradora, se deja de destinar dinero hacia el reciclaje en una media de 30 años.
Para saber con más detalle todo lo que la incineración supone tenemos:
- Emisiones atmosféricas contaminantes
- Emisiones de efluentes líquidos producidos en el sistema de purificación de gases (no contempladas por las metodologías de cálculo utilizadas)
- Generación de residuos sólidos secundarios (cenizas y escorias, que se clasifican entre peligrosas y no peligrosas)
- Ruido e impacto visual (asociado con la presencia de chimeneas)
- Ocupación de territorio
- Movimiento de la tierra
- Desmantelamiento de la instalación en el final de su vida útil
- Impacto visual (no sólo debido a la presencia de chimeneas).
- Los contaminantes atmosféricos son los más peligrosos, ya que conllevan una repercusión directa sobre la salud de las personas y los ecosistemas.
Sin embargo, lo cierto es que también hay que tener en cuenta los ahorros en costes ambientales derivados de la creación de energía y el ahorro de ciertos materiales para la recuperación de materiales que se encuentran en ciertas plantas de incineración.
Sin embargo, y mirando todos los datos obtenidos, el 2009 se destinaron 37'8 millones de euros hacia la incineración, que supusieron una inversión negativa para el medio ambiente, cuando estos se podrían haber destinado hacia potenciar la prevención , la recogida selectiva y la recuperación material de los residuos.
Desde Greenpeace, sin embargo, se propone que se paren todos los proyectos de nuevas construcciones de plantas incineradoras (entre 16 y 18 para los próximos años), que se aumenten un 70% los costes de las tasas de incineración, eliminar la incineración del régimen especial, hacer llegar la información sobre este tipo de tratamiento a todos, implantación del sistema puerta a puerta, pago según generación de residuos e implementar las políticas de "residuo 0", como el compostaje doméstico, allí donde sea posible y como medida de lucha contra el cambio climático y recibiendo subvenciones por parte de la administración.