Las plantas de compostaje cumplen una función importante en las grandes ciudades, donde hay que tratar miles de toneladas de residuos orgánicos (vegetales o no) y donde aún no se lleva a cabo ningún sistema de gestión de la materia orgánica en las viviendas, sobre todo por falta de espacio y de restos secos para aportar al compostador.

En estos casos en los que sólo se generan restos de comida, sería adecuado tener un vermicompostador, que además necesita poco espacio para funcionar.

Por otro lado, la poda del arbolado público no se puede compostar en las casas de los ciudadanos y, por tanto, requiere un tratamiento a gran escala.

De este modo, mediante recogida selectiva de los residuos orgánicos, se puede hacer compost industrial en pilas o en túnel. El compost resultante puede utilizarse después en los parques y jardines de las mismas ciudades, pero siempre de la calidad del compost final, ya que muchas veces es difícil tener una fracción de impropios baja en la recogida selectiva de los residuos orgánicos, además de que sea más difícil mantener las condiciones idóneas de humedad y aeración en el compostaje industrial que no en el compostaje doméstico.