Hay algunas cuestiones que pueden plantearse:

Riego

No es necesario regarlo nunca o casi nunca, ya que los restos frescos que se vierten al vermicompostador tienen un grado elevado de humedad. Además, por el hecho de tener una estructura cerrada, los vermicompostadores conservan muy bien la humedad interior, creando el microclima ideal para el desarrollo de las lombrices rojas.

Sin embargo, si los restos que se depositan en el vermicompostador no contienen demasiada agua y se observa una cierta sequedad, habrá que echar un poco de agua, mejor pulverizada y siempre con el grifo abierto y un cubo a punto para recoger el fertilizante líquido.

Moho

El moho va bien para el proceso, ya que los hongos son parte del alimento de las lombrices. De hecho, Eisenia sp. no puede alimentarse directamente de los residuos que le suministramos sino de los microorganismos descomponedores.

¿Para cuándo la primera cosecha?

Depende de muchos factores: población de lombrices, humedad, temperatura y tipo de alimento. Es muy normal tener que esperar unos meses la primera vez, ya que la población de lombrices no es lo suficientemente numerosa. Así pues, se puede tardar entre 6 meses y un año en recoger la primera bandeja de humus de lombriz. Cuando el compostador urbano está a pleno rendimiento, se puede llegar a recoger una bandeja cada dos meses y bastante fertilizante líquido.