El compostaje es una actividad lúdica ligada a la jardinería y/o a la horticultura que se puede realizar a lo largo de todo el año, porque continuamente se van produciendo restos orgánicos, cuando menos los de la cocina en el compostaje doméstico.

La tipología de los restos que se generan, tanto los del jardín, como los del huerto o los de la cocina, varían a lo largo del año, en función de la estación.

Para conseguir el mejor compost, se tienen que mantener siempre las condiciones óptimas del proceso, independientemente del tipo de restos que se produzcan en cada estación. Para ello, se gestionaran los materiales que se tienen que compostar de manera que, a lo largo de todo el año, se pueda realizar esta actividad tan gratificante con sencillez y comodidad.

Todo el que tenga un huerto o un jardín en su casa ha observado que en otoño, y sobre todo en invierno, en la mayoría de las plantas de exterior se detienen, cuando menos aparentemente, muchas de las manifestaciones características de los organismos vivos: dejan de crecer, de hacer flores, de hacer nuevas hojas o ramas, etc. Los árboles caducifolios incluso parecen muertos cuando llega la estación fría.

Pero, en realidad, la vida continúa, aunque a un ritmo muy bajo, prácticamente para mantener las condiciones vitales mínimas y el metabolismo básico de supervivencia (la savia continúa circulando, aunque lentamente, por el interior de la planta), esperando la llegada del buen tiempo.

A finales de otoño o principios de invierno conviene aportar compost nuevo a la tierra porque las plantas necesitan, más que nutrientes, renovar las sustancias químicas necesarias para producir las defensas que necesitan para luchar contra el frío y otros posibles enemigos, como por ejemplo algunos parásitos, sequía, etc

Es en esta época del año cuando en los huertos y jardines se generan los volúmenes más importantes de restos procedentes de las plantas caducifolias, ya que pierden todas sus hojas y, además, si se cortan, las ramas cortadas se van acumulando en pilas que pueden llegar a ser de un tamaño considerable.

Una de las condiciones para hacer un buen compostaje es mezclar bien los restos húmedos, como los de cocina, con otros más secos, como las hojas caídas de los árboles. Si en el huerto o jardín se tienen unos cuantos árboles o arbustos caducifolios, seguro que se producirán cantidades importantes de hojas secas y ramas podadas que se utilizarán para mezclar con restos verdes cuando se haga compostaje.

Pero, muy probablemente, sobrará una parte importante de estos materiales secos, ya que no se tiene que olvidar que la mezcla entre restos húmedos y secos se debe hacer en unas proporciones adecuadas para asegurar la producción de un buen compost. El porcentaje recomendado es poner un 50% de cada material, aproximadamente y dependiendo de la época del año y de la humedad que tenga el compostador.

Si se vierte este material seco sobrante al compostador, se alterarían las condiciones idóneas del proceso, el cual se ralentizaría considerablemente y, además, el compost resultante perdería eficiencia y calidad. Por lo tanto, lo más aconsejable es guardar los restos secos sobrantes del invierno, porque se necesitarán cuando llegue el buen tiempo.

Volviendo al tema de las estaciones del año, todo el mundo ha observado que la primavera es la época de renacimiento de la vida en la naturaleza y, por lo tanto, también en los huertos y jardines: las plantas empiezan a florecer, vuelven a crecer y a brotar hojas y ramas nuevas y el campo se viste de colores nuevos y vivos.

Ha llegado el momento de recoger el compost del compostador y esparcirlo por el huerto o jardín, ya que las plantas necesitan los nutrientes del compost para producir todos los nuevos órganos que generarán.

En la cocina se continuarán generando restos húmedos que se seguirán compostando y, por lo tanto, se tendrán que mezclar con restos secos. Pero si se observa nuestro huerto o jardín se verá que todo es verde y ya no quedan materiales secos para combinar con los verdes de la cocina. Entonces, rápidamente, se irá al almacén de restos secos y allí, si se ha sido previsor, se encontrará todo el material que se necesitará para mezclar con el verde que se irá generando.

Antes de verter al compostador las ramas y otros restos largos o voluminosos, tanto si son secos como verdes, se tienen que trocear o triturar convenientemente para que se mantengan las condiciones óptimas de un buen proceso de compostaje y que éste se desarrolle de forma rápida y eficiente.

A medida que avance el verano y se acerque el otoño se irán cumpliendo los ciclos vitales de las plantas. Algunas morirán, otras serán arrancadas porque ya han producido la cosecha que se necesita, otras se irán desprendiendo de sus flores, hojas, frutos, ramitas, etc. Paulatinamente, se irán acumulando restos que se depositarán en el almacén de materiales secos, pensando ya en los próximos ciclos de compostaje.