La humedad se define como el contenido de agua que hay en el compostador con respecto a toda la materia que hay en el interior. Es mucho más habitual expresarla en porcentaje, ya que indicará cuál es la proporción de agua respecto a toda la masa de compost.

Pero, ¿cuál es la cantidad adecuada de agua en el compostador? ¿Cómo se puede determinar?

Determinación de la Humedad

Siempre hay que comprobar la humedad en el centro del compostador. La parte superior y los laterales no acostumbran a ser demasiado representativos, ya que presentan mayor exposición con el exterior y siempre se ven modificados. Con experiencia se puede determinar mediante el aspecto, pero inicialmente probablemente resulte más efectivo el método de la croqueta. Consiste en coger una pequeña proporción de muestra con la mano (se pueden utilizar guantes de látex para no mancharnos las manos, por ejemplo) y apretar estos restos, haciendo como una especie de croqueta con la mano. Entonces pueden suceder tres cosas. La primera, que, al apretar la muestra, ésta comience a gotear. Esto querría decir que hay un exceso de humedad. La segunda, que después de apretar la muestra, al abrir la mano, ésta quede humedecida pero no gotee. Sería la mejor situación posible, ya que la humedad sería la correcta. El tercer caso sería que, al abrir la mano después de apretar, ésta estuviese seca y la croqueta se deshiciese. Indicaría una carencia de agua. Pero, ¿puede haber problemas si falta o sobra agua? Y si es así, ¿cómo se puede solucionar?

Carencia de agua (Humedad inferior al 40%)

Cuando se vierte demasiado material seco en el compostador, si le da demasiado sol o si se voltean los restos excesivamente, probablemente se detectará que el proceso se ralentiza mucho. Esto se produce por una carencia de agua que hace que los organismos no puedan vivir bien, y por lo tanto no realicen sus funciones. Como resultado de esta carencia, no se detectará la subida de temperatura característica de la degradación y veremos que los restos quedan secos, sin descomponerse.

La solución es sencilla: añadir más agua. Primero se intentará aumentar la humedad vertiendo más restos húmedos (restos de cocina y vegetación verde) y disminuyendo la proporción de restos secos. Si, aun así, la humedad aún se mantiene baja, entonces podremos humedecer el compostador con agua, intentando siempre repartirla bien por todo el compostador (se puede utilizar una regadera) con un posterior volteo del material, para repartirla aún más.

Exceso de agua (Humedad superior al 60%)

El exceso de agua es habitual que vaya acompañado de otra molestia: los malos olores. El agua forma una película gruesa alrededor de nuestros residuos orgánicos y no deja que el oxígeno llegue al material para degradarlo. Además, el aspecto del compost es el de un barro.

En este caso, para solucionar el problema tendremos que añadir más material seco (hojas secas, ramas trituradas, virutas de madera natural sin tratar, cenizas de madera sin aditivos...). También se pueden dejar de verter restos de cocina durante unos días, hasta que baje la humedad. El papel de periódico viejo es otra opción, siempre y cuando las páginas sean en blanco y negro, ya que las tintas de color tienen más componentes tóxicos que pueden afectar a los seres vivos del compostador. En todo caso, siempre es aconsejable disponer de material seco de reserva (para poder solucionar problemas de humedad puntuales). Se pueden acumular hojas secas o poda triturada o dejar una parte del césped a secar y almacenarla. Después de añadir el material seco, es preciso remover. En este caso, remover aporta dos ventajas: por un lado repartir la humedad y, por el otro, exponer el compost a la atmósfera para secarlo. Se aconseja voltear y airear los restos más a menudo cuando la humedad es elevada.

Y si hay zonas muy secas y zonas muy húmedas, ¿qué se debe hacer?

Se tendrán los dos problemas explicados en los dos apartados anteriores. Probablemente la humedad global sea correcta, pero lo que sucede es que está mal repartida (se observan capas o zonas con diferentes humedades). Es muy característico encontrar los laterales del compostador más secos que el centro, porque están más expuestos al exterior. En este caso, la solución es mucho más sencilla: es preciso homogeneizar, es decir, mezclar el material seco con el húmedo para compensar ambas humedades. Si después de hacer esto el compostador está seco o húmedo, consultad los apartados anteriores.

¿De qué depende la humedad?

La ubicación del compostador es uno de los condicionantes. Por ejemplo, si le da mucho el sol directo, tendrá tendencia a estar seco. Si el problema es de ubicación, probablemente la mejor solución es cambiar el compostador de lugar, siempre y cuando eso sea posible. Con el paso del tiempo, se aprenderá cuál es la proporción de materiales secos y húmedos correcta para el compostador y cuáles son sus necesidades específicas según su ubicación.

De igual manera, las condiciones meteorológicas también pueden condicionar la humedad. Por ejemplo, es habitual que, después de una lluvia, la humedad del compostador haya aumentado.

Para finalizar, la humedad también depende de todo aquello que introducimos en el compostador, es decir, de los residuos orgánicos. Si no se tiene en cuenta que se tiene que verter tanto material seco como húmedo, probablemente no se controlará bien la humedad del compostador. Las proporciones adecuadas son de tres partes húmedas por una de seca aproximadamente.