• El vermicompostador se puede instalar en cualquier rincón o en el balcón del piso.

  • Del vermicompostador obtenemos compost para las plantas a partir de restos orgánicos. Convertimos un residuo en un recurso.

  • Es una actividad relajante, lúdica y muy sencilla, que se puede compartir entre todos los que viven en casa.

  • Nunca huele mal. Al contrario, el olor a bosque húmedo será constante. De todas maneras, se tiene que controlar la humedad.

  • Puede dejar de oler bien si ponemos demasiados restos frescos en poco tiempo. El exceso de humedad puede provocar falta de oxígeno por anegamiento convirtiéndose en una pasta que olerá a podrido y aparecerán muchas mosquitas de la fruta. La solución es muy sencilla: consiste en retirar los parte de los restos que se han vuelto compactos y mezclar lo que queda con el humus existente.